La verdad amarga del café más caro del mundo

La verdad sobre la producción del café más caro del mundo deja un sabor desagradable en la boca de muchas personas. Una taza de esta bebida gourmet, también conocida como "Kopi Luwak", puede costar hasta US$ 100. Es uno de los cafés más raros y exóticos del mundo.

Indonesia tiene una larga tradición de producir café de civeta "libre de jaulas", o sea, producido con heces recolectadas en la naturaleza. Así es, heces. Quienes gustan del Kopi Luwak consideran que el sistema digestivo de las civetas fermenta y altera la composición química de los granos de café, dando al producto final un sabor peculiar ara aumentar la producción y atender la demanda turística, a las civetas se les mantiene en jaulas, en condiciones de crueldad.

Los animales son forzados a alimentarse solo de café — aunque e la naturaleza su dieta incluye desde ratones e insectos hasta frutas como moras, mango y bananos. Esta es una Civeta. Son pequeños mamíferos asiáticos, que tienen hábitos nocturnos y aman escalar árboles.

Civeta (Paradoxurus hermaphroditus).

Ver a las civetas enjauladas ayuda a convencer a los turistas de que están bebiendo el verdadero café de civeta, y es parte del tour. "Tristemente, muchos turistas se hacen de la vista gorda hacia la crueldad que hay detrás de esta bebida, e incluos hacen fila para tomar fotografías y postearlas en redes sociales", se lamenta Neil D'Cruze, de World Animal Protection.

El kopi luwak o café de civeta es el obtenido de granos que, tras ser ingeridos por la civeta, pasan por su tracto intestinal y son expulsados entre sus heces. Estos animales se atiborran de frutos maduros de café y expulsan el grano parcialmente digerido.

Producción del Kopi Lawak
Producción del Kopi Lawak

En indonesio, kopi significa ‘café’, y luwak ‘civeta’. Las frutas rojas de café son parte natural de su alimentación, además de insectos, pequeños mamíferos y otras frutas. El grano interno del café no es digerido, pero parece ser que sí es modificado químicamente por las enzimas presentes en el estómago de la civeta, que añaden sabor al café, rompiendo las proteínas que producen su amargor.

Heces de Civeta

Los granos son excretados, aún cubiertos por las capas internas del fruto, son recolectados por los lugareños y vendidos a los distribuidores. Los granos recolectados son lavados y tostados sólo ligeramente, para no estropear los complejos sabores que se han desarrollado durante el proceso.

Este café se produce en las islas de Sumatra, Java, Bali y Célebes (en el archipiélago indonesio). en Filipinas (donde es conocido como motit coffee en la Cordillera, y kape alamid en las regiones tagalog), en Timor Oriental (donde se lo conoce como kafé laku), en Vietnam (donde se conoce como cà-fê chồn y es ligeramente diferente ya que en realidad allí los granos de café son de la variedad robusta, y donde se producen además versiones populares simuladas químicamente) y en algunos estados productores de café del sur de la India.



La activista Ashley Fruno, de la organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA), afirma que: "es una industria casi sin regulación. Hay poblados en Indonesia en los cuales toda la población está involucrada en la producción del café de civeta, cada familia suele tener de 10 a 20 animales enjaulados".

El mamífero se alimenta de manera esporádica de bayas de café cuando está en libertad, pero al ser capturado por los fabricantes consume en un mes los granos de café que comería en todo el año. Además, son hacinados en jaulas, privados así de la compañía del resto de su especie. "Esas condiciones causan que los animales desarrollen deficiencias nutricionales, pierdan su pelaje y sean proclives a sufrir enfermedades", afirma la activista.



La industria cafetera argumenta que el metabolismo de este mamífero es capaz de aprovechar la pulpa de la baya, ya que la semilla no la digiere y la devuelve, más rica. Una civeta es capaz de digerir al día un promedio de 25 granos, lo cual hace el proceso lento. Pero en la mayoría de las granjas productoras se sobrepasa esa cantidad abusando el animal. El café “Kopi luwak”, o café de civeta, alcanza su alto precio mediante ese sacrificio.



Después de estar encerrados por algún tiempo, junto con una alimentación alta en cafeína, los animales empiezan a mostrar comportamientos erráticos: dan vueltas en sus jaulas de manera frenética, muerden los barrotes, mueven constantemente la cabeza y sufren de depresiones que los pueden llevar a la muerte.

Aunque muchas granjas aseguran que después de tres años los animales son liberados, los investigadores dudan que puedan sobrevivir tras la pérdida de sus habilidades y ambiente natural.
En la obra satírica "Gracias y desgracia del ojo de culo" Francisco de Quevedo, autor de grande importancia en las letras españolas, refiere, ya en su siglo (el XVII), la alta estimación del excremento del Gato de Algalia o Civeta.

En la obra satírica "Gracias y desgracia del ojo de culo" Francisco de Quevedo, autor de grande importancia en las letras españolas, refiere, ya en su siglo (el XVII), la alta estimación del excremento del gato de Algalia o civeta.

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